¡¡Uy!! Otra vez lunes, y la modorra de principio de semana.
Contamos las horas en minutos interminables antes de levantarnos y más de uno/a
puso el reloj despertador media hora
antes de lo previsto para dar vueltas entre las sábanas con sueños cortos, es mejor
si se tiene compañía.
¡Valientes los que se levantaron a correr! Aunque sea las
cortinas para que no entre el sol y pegue directamente a la cara interrumpiendo
el plácido descanso (aunque ahora, acá, está gris y lloviznando).
Personalmente, compadezco a los oficinistas…empezar un lunes
a ver caras de gente que te caen mal y encima tener que bancarlos toda la
semana. A quienes admiro es a esos/esas que se levantan 5 de la mañana para ir
a trabajar masomenos casi doce horas para ganar de sueldo lo que más de un
político gana en dos horas sentado en un despacho jugando sudoku y
probablemente el que trabaja no llegue ni a la mitad.
Lunes otra vez sobre la ciudad, el pueblo, el mundo; menos
la parte del mundo en que ya es martes, aunque ya tuvieron su lunes y estoy seguro
que les pasó lo mismo.
He tratado de experimentar con levantarme los lunes y
escuchar música mientras preparo el desayuno. ¿Lo han intentado? Deberían, si
no se ponen a escuchar canciones depresivas de esas que dan ganas de quedarse
en la cama todo el día, resulta energizante. Conozco gente que este como este
siempre escucha lo mismo, entre tantos un disco de blues al que ya me referí
anteriormente.
¡Lunes! ¡Bendito lunes! Estás acá, no queda de otra que
bancarte esperando el viernes. ¡Carajo, falta mucho para el viernes! La agenda
semanal esta cargada, lista para disparar con un sinfín de actividades.
Arrancó la semana, con el lunes. A esperar pacientemente el
vienes.