domingo, 29 de abril de 2012

La Música


Cuando estoy solo, escucho música. Las melodías y las letras me transportan a otra vida, a otro espacio. Vuelo.
La intensidad de las notas se siente en la piel, vibra el cuerpo al compás de cada una. Se siente en el corazón, cada latido va a la par del ritmo.
La mente vuela hacia otro universo, la libertad se hace tangible y el alma resplandece gracias a los suaves sonidos que otra mente maestra creó.
Para disfrutar de la música no es necesario saber leerla o tocarla, sólo se disfruta. Solo o en compañía no importa, la música es hermosa de cualquier forma.
Cada sentimiento humano puede ser expresado a través de la música; amor, odio, tristeza, alegría, enojo, dolor y tantos otros que se manifiestan en letras y melodías.
La cadencia de un estilo, el ritmo de otro, la intensidad de otro más; conforman un enorme abanico de posibilidades para escuchar, para disfrutar.
El compositor de esas melodías es un gran ingeniero, tan inteligente, capaz de interpretar las palabras de los poetas que componen las letras de las canciones, y su ejecutor, el cantante le pone voz y sentimiento a esas palabras y notas. Y así, finalmente, todo en perfecta armonía, queda hecho para que los oídos se deleiten.
Mientras todo cambia la música música es, pasa el tiempo, las sociedades cambian, la vida misma cambia; pero la música, sigue siendo música.
La música es vida, es arte, es sentimiento. Es un lenguaje universal y eterno. 

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